actualidad
“Me encanta rematar en ferias ganaderas.
Disfruto mucho del trabajo pero también de la interrelación que se da con la
gente que llega hasta el local y que participa de muchas formas, a veces
vendiendo, en otras comprando, a veces solo asistiendo a un hecho social...
Pero en nada reniego de las ventas por pantalla. Siento que haber apoyado la
idea de constituir Plaza Rural desde el primer día fue una de las mejores
decisiones que tomé en la vida. Pasaron ya 20 años y sigue cada vez más
vigente, aún en estos tiempos tan difíciles que nos toca vivir”.
Francisco Cánepa, alias “Peto”, dirige el
escritorio que lleva el nombre de su padre, Ruben F. Cánepa, con quien colaboró
desde que era un niño y a quien tomó como imagen y semejanza para llevar
adelante el escritorio y, por sobre todo, para rematar. Hoy, que la pandemia
obliga a determinados comportamientos, hace meses que remata desde el
escritorio en Salto, sin venir a Montevideo, y sabe que su trabajo llega a
todos lados, hasta lugares y personas que aún no conoce.
“Eso es algo increíble, que nos dio la venta
por pantalla. Salimos de nuestro mundo, de la región, de las estancias y de los
ganaderos que conocíamos y con los cuales conversábamos de negocios pero
también de otras tantas cosas, y ahora tenemos la oportunidad de vender a gente
que no conocemos y que nos compra, tal vez, en más de un remate”.
“Cuando empezamos con Plaza Rural, vivíamos la
crisis de la aftosa. Era la única forma que teníamos de hacer negocios sin
mover los ganados. Hoy no movemos ni los ganados ni nos tenemos que trasladar
nosotros, sino que la tecnología y lo que ha generado y desarrollado este grupo
permite seguir las actividades aún mejor que de la forma anterior”.
Cánepa está convencido de que en base a muchos
factores, como por ejemplo la confianza y la calidad y precisión de los
informes, el consorcio se consolidó “y el grupo se supo mantener con armonía, a
pesar de la fuerte competencia que existe en nuestra profesión. Como que ha
creado un nuevo estilo.Tan es así que hasta se abrió para recibir a dos nuevas
firmas, algo que debe hacerse –y así se hizo-, por unanimidad de los socios”.
Está convencido de que son numerosos los
elementos que le han conferido a Plaza Rural su sitial de líder, aún en
momentos de crisis como el actual, “porque siempre generan oportunidades y en
el grupo supimos adaptarnos y tomar ventaja de la situación”
“Hoy tenemos gente joven, nuevas generaciones
que se sumaron y muestran su creatividad e impulso. En todo este tiempo Plaza
fue sumando ideas novedosas y confiables: preoferta, seguros, fideicomisos,
todo en beneficio del negocio, de ambas partes. Se ha reafirmado la relación
con el Banco República, que hasta ha mejorado su cintura para atender los
negocios. Hoy con pago contado y preoferta, el costo es similar al negocio
particular, pero con la ventaja del ganado visto, filmado, pesado e informado,
sin necesidad de hacer miles de kilómetros perdiendo días para ver lotes en
diferentes puntos del país”.
No dudó en afirmar que “las pantallas son
incomparables por el volumen de hacienda que reúnen, por manejarse en forma más
empresarial, y por llegar a todo el mundo. En mi caso, salí de mi región y
llego a todo el país. Fuimos a nuevos lugares a filmar. Y lo hicimos yendo a la
par de los avances de tecnología e información”.
En ese aspecto “hoy hay un manejo de
información brutal. Tenemos datos de trazabilidad, informes, de ganancia
diaria, hay mucha gente joven trabajando, con mucha dinámica y nuevas
propuestas, y todo eso va a favor de concretar los negocios, sirviendo a las
dos partes”.
“Hoy en la clientela también hay generaciones
más nuevas, tal vez más calculadoras, que actúan en este negocio ya sin tanto folclore. Se mueven con otro
vértigo. Y por eso se compra desde oficinas o desde el hogar, se saben los
horarios, se eligieron los lotes, se los preoferta... Es una nueva realidad que
llegó para quedarse. Y en la que todos ganamos”, dijo.
Para hacer gráfico su pensamiento, recurrió a
un hecho que le tocó vivir hace algunos años.
“En uno de esos remates de mucha oferta de
Plaza, tenía varios lotes de un solo vendedor, todos terneros sola marca, y
como vi que había un ámbito de varios compradores grandes, los sumé hasta
conformar un conjunto de 900 cabezas, porque entendía que había interesados por
llevarse el total. El recordado Alberto “Toto” Gramont , que estuvo muy activo
en ese remate, los compró en un solo martillazo a un buen precio”
“Me encanta rematar en ferias ganaderas.
Disfruto mucho del trabajo pero también de la interrelación que se da con la
gente que llega hasta el local y que participa de muchas formas, a veces
vendiendo, en otras comprando, a veces solo asistiendo a un hecho social...
Pero en nada reniego de las ventas por pantalla. Siento que haber apoyado la
idea de constituir Plaza Rural desde el primer día fue una de las mejores
decisiones que tomé en la vida. Pasaron ya 20 años y sigue cada vez más
vigente, aún en estos tiempos tan difíciles que nos toca vivir”.
Francisco Cánepa, alias “Peto”, dirige el
escritorio que lleva el nombre de su padre, Ruben F. Cánepa, con quien colaboró
desde que era un niño y a quien tomó como imagen y semejanza para llevar
adelante el escritorio y, por sobre todo, para rematar. Hoy, que la pandemia
obliga a determinados comportamientos, hace meses que remata desde el
escritorio en Salto, sin venir a Montevideo, y sabe que su trabajo llega a
todos lados, hasta lugares y personas que aún no conoce.
“Eso es algo increíble, que nos dio la venta
por pantalla. Salimos de nuestro mundo, de la región, de las estancias y de los
ganaderos que conocíamos y con los cuales conversábamos de negocios pero
también de otras tantas cosas, y ahora tenemos la oportunidad de vender a gente
que no conocemos y que nos compra, tal vez, en más de un remate”.
“Cuando empezamos con Plaza Rural, vivíamos la
crisis de la aftosa. Era la única forma que teníamos de hacer negocios sin
mover los ganados. Hoy no movemos ni los ganados ni nos tenemos que trasladar
nosotros, sino que la tecnología y lo que ha generado y desarrollado este grupo
permite seguir las actividades aún mejor que de la forma anterior”.
Cánepa está convencido de que en base a muchos
factores, como por ejemplo la confianza y la calidad y precisión de los
informes, el consorcio se consolidó “y el grupo se supo mantener con armonía, a
pesar de la fuerte competencia que existe en nuestra profesión. Como que ha
creado un nuevo estilo.Tan es así que hasta se abrió para recibir a dos nuevas
firmas, algo que debe hacerse –y así se hizo-, por unanimidad de los socios”.
Está convencido de que son numerosos los
elementos que le han conferido a Plaza Rural su sitial de líder, aún en
momentos de crisis como el actual, “porque siempre generan oportunidades y en
el grupo supimos adaptarnos y tomar ventaja de la situación”
“Hoy tenemos gente joven, nuevas generaciones
que se sumaron y muestran su creatividad e impulso. En todo este tiempo Plaza
fue sumando ideas novedosas y confiables: preoferta, seguros, fideicomisos,
todo en beneficio del negocio, de ambas partes. Se ha reafirmado la relación
con el Banco República, que hasta ha mejorado su cintura para atender los
negocios. Hoy con pago contado y preoferta, el costo es similar al negocio
particular, pero con la ventaja del ganado visto, filmado, pesado e informado,
sin necesidad de hacer miles de kilómetros perdiendo días para ver lotes en
diferentes puntos del país”.
No dudó en afirmar que “las pantallas son
incomparables por el volumen de hacienda que reúnen, por manejarse en forma más
empresarial, y por llegar a todo el mundo. En mi caso, salí de mi región y
llego a todo el país. Fuimos a nuevos lugares a filmar. Y lo hicimos yendo a la
par de los avances de tecnología e información”.
En ese aspecto “hoy hay un manejo de
información brutal. Tenemos datos de trazabilidad, informes, de ganancia
diaria, hay mucha gente joven trabajando, con mucha dinámica y nuevas
propuestas, y todo eso va a favor de concretar los negocios, sirviendo a las
dos partes”.
“Hoy en la clientela también hay generaciones
más nuevas, tal vez más calculadoras, que actúan en este negocio ya sin tanto folclore. Se mueven con otro
vértigo. Y por eso se compra desde oficinas o desde el hogar, se saben los
horarios, se eligieron los lotes, se los preoferta... Es una nueva realidad que
llegó para quedarse. Y en la que todos ganamos”, dijo.
Para hacer gráfico su pensamiento, recurrió a
un hecho que le tocó vivir hace algunos años.
“En uno de esos remates de mucha oferta de
Plaza, tenía varios lotes de un solo vendedor, todos terneros sola marca, y
como vi que había un ámbito de varios compradores grandes, los sumé hasta
conformar un conjunto de 900 cabezas, porque entendía que había interesados por
llevarse el total. El recordado Alberto “Toto” Gramont , que estuvo muy activo
en ese remate, los compró en un solo martillazo a un buen precio”.
“Al otro día lo llamé porque tenía un lote
de 100 terneros más, muy parecidos a los que le había vendido, pero en negocio
particular y se los ofrecí al mismo precio. Me dijo que no, que esos terneros valían,
por lo bajo, 20 centavos menos. Cuando le pregunté por qué, me dijo que en
Plaza había terminado comprando 2.000 terneros elegidos entre los algo más de 10
mil que se ofrecían, pero cómodamente instalado, tomando un refresco y comiendo
un sándwich. Y que ese valor agregado no lo tenían esos otros 100 terneros...”
2021-02-15